13 abril, 2014

Cómo nebulizar a un bebé

Ayer fuimos a la guardia pediátrica con mi beba, porque si bien ya sabíamos que estaba con angina y estaba tomando sus remedios, le escuché una tos un poco rara que me preocupó. Así que agarramos nuestro porta bebés y salimos abrazaditas a la clínica.

Era sábado a la siesta, así que no había mucha gente y nos atendieron bastante rápido. La "Doctora Juguetes", como le digo a Vicky para que no se asuste, nos atendió muy bien y nos tranquilizó diciendo que no era nada grave, nos cambió la medicación y nos recetó nebulizaciones

El tema es que no teníamos nebulizador, así que recorrimos un par de farmacias buscando información y precios, hasta que por fin nos decidimos por uno. No se si es tanto que nos decidimos como que mi hija había perdido la paciencia y prácticamente era comprar ese o volver sin nada a casa. 

En fin, llegamos y nos pusimos manos a la obra a leer el manual de instrucciones, porque para ser sincera yo no tenía idea de cómo nebulizar a un bebé. Al menos leer el manual y armar el nuebulizador era lo que yo "intentaba" hacer mientras mi hija lloraba desconsolada y estiraba los brazos hacia mí, por lo mal que se sentía. 

De una u otra forma terminamos armando el aparato, colocando el medicamento y listo... listo? para nada! resulta que a los bebés no les resulta atractiva la idea de ser nebulizados. Y yo no tenía ni la más remota idea de cómo hacer para sostenerla en brazos y ponerle esa máscara en la cara sin sentir que la estaba agrediendo, mientras ella tiraba manotazos para todos lados, me empujaba, gritaba, lloraba y por poco casi tira el bendito nebulizador al suelo. 

Finalmente no se qué ni cómo, pero algo hicimos. 

Lo importante de esta historia (para mí al menos), es que por un momento volví a sentir esa locura y ese desconcierto de los primeros  días. Tener que hacer algo que no sabes cómo se hace, pero que lo tienes que hacer ya! y realmente entendí por qué todo había sido tan caótico, agotador y desafiante. Esa sensación de agobio y de no entender nada, mezclado con impotencia y ganas de salir corriendo. 

Pero... no vamos a dejarlo aquí, porque esta historia tiene su moraleja: todo aprendizaje es difícil y los primeros tiempos de maternidad no son la excepción. Pero en algún momento vamos a ir adquiriendo ciertas habilidades que nos permitan hacer las cosas con más eficiencia y hasta nos deje tiempo para escribir en un blog! 

Ah, perdón! creían que iban a encontrar información sobre cómo nebulizar a un bebé? No, todavía estoy intentando aprender. Y todavía me pregunto: por qué los nebulizadores tienen la manguera tan corta?!?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Espero tu comentario!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...